Los ejércitos acampados en las márgenes del Tormes en la noche del 21 de julio de 1812 tenían más o menos la misma fuerza en número de hombres. El ejército aliado era un poco mayor: 51.900 oficiales y soldados. De esta cifra total deberíamos descontar unos 1200 hombres ya sea por las bajas que se produjeron en los combates del día 18 o a causa de las largas y calurosas marchas que se hicieron en los días previos a la batalla. El número total de verdaderos combatientes es muy difícil de calcular ya que también habría que descontar a los músicos, los herradores de caballos, y otros hombres que se limitaban a desempeñar un oficio dentro del ejército y no entraban en combate.

El ejército francés era un poco más pequeño, con unos 47.000 hombres más o menos en la mañana del día 22 de julio. También deberíamos descontar aquí a los que causaron baja a causa de las duras marchas o que fueron heridos o muertos en los combates en el Guareña.

La infantería era el cuerpo dominante en ambos bandos, a diferencia de lo que ocurría en las batallas de Napoleón en centro Europa en las que la caballería formaba el 15% de un ejército, pero en la Península las condiciones eran particularmente duras para los caballos.

Marmont tenía 78 cañones mientras que Wellington tenía 62 entre los que se incluía una batería española. En todo caso ambos lados estaban cortos de artillería para lo habitual en las batallas napoleónicas.
La caballería aliada era claramente superior ya que no estaba muy castigada y contaba con cinco regimientos de dragones pesados, cuyo propósito principal era lanzar poderosas cargas durante la batalla. Su valor se iba a demostrar claramente en el ala derecha aliada. En cambio la caballería francesa estaba formada por una mezcla de dragones y caballería ligera, en general buenos jinetes, capaces de hacer un buen servicio durante una batalla si surgía una oportunidad favorable, pero con poca capacidad de crear verdaderas oportunidades ofensivas por sí mismos. Esta falta de caballería inquietaba mucho a los franceses, por lo que podemos leer en las memorias de los combatientes, donde incluso se apunta que los caballos franceses no tenían el suficiente entrenamiento para moverse en un caótico campo de batalla.

La diferencia en la cantidad y calidad de las infanterías no era tan marcada. Marmont tenía una fuerza nacional homogénea, sin una cantidad significativa de elementos foráneos. Wellington tenía un ejército mixto: no solamente había tropas británicas, portuguesas y españolas, sino que el elemento británico también incluía los regimientos alemanes de la Legión Alemana del Rey, generalmente muy buenas tropas, y dos regimientos de extranjeros, los Brunswick Oels y los Chasseurs Britanniques, que inspiraban menos confianza. Las tropas genuinamente británicas formaban menos de la mitad del ejército, los portugueses eran algo así como un tercio, mientras que había más alemanes que españoles en el campo de batalla. Si exceptuamos a la pequeña fuerza española (unos 3360 hombres), que además no desempeñó un papel importante en la batalla, el resto de la tropa ya había combatido duramente y con éxito bajo el mando de Wellington. Los portugueses, que normalmente eran tachados de cobardes por los británicos, combatieron como cualquiera de las mejores tropas de Wellington.

La mayoría de los hombres de Marmont eran veteranos pero ya no eran las tropas victoriosas de Austerlitz. De sus veintinueve regimientos de infantería solamente dos habían estado presentes en la suprema victoria de Napoleón (el 17º de infantería ligera de la división de Taupin y el 36º de línea de la división de Sarrut).

El ejército de Marmont estaba organizado en ocho divisiones de infantería y dos de caballería. Cada división de infantería estaba dividida en una clara jerarquía de brigadas, regimientos, y batallones: dos brigadas para cada división, uno o dos regimientos para cada brigada y dos o tres batallones para cada regimiento. En total había 29 regimientos y 73 batallones de infantería, teniendo cada batallón una media de 568 hombres incluyendo oficiales. Las divisiones más fuertes eran las de Clausel (6562 hombres) y Bonnet (6521 hombres); las más débiles las de Thomières (4543) y Taupin (4558 hombres). Estos totales incluyen la artillería que en cada división normalmente estaba compuesta por 200 hombres. Los regimientos de la división de Thomières tenían veteranos con muy buena reputación, habían combatido contra los austriacos en 1809, incluido en Wagram.